¡Oh,
Dios mio, ven en mi auxilio!
Señor,
date prisa en socorrerme.
Gloria...
V.:
–Me hiciste conocer los caminos de la vida: me colmarás de alegría con tu Rostro.
R.:
–«A tu derecha, delicias para siempre». (Sal. 15)
V.:
–¡Oh, mi dulce Jesús!, por las bofetadas, los esputos, los desprecios que
desfiguraron las semblanzas divinas de tu Santo Rostro.
R.:
–Ten piedad de los pobres pecadores.
Gloria...
«Oigo
en mi corazón:
“Buscad
mi Rostro”.
Tu
Rostro buscaré, Señor,
no
me ocultes tu rostro». (Sal. 26)
V.:
–¡Oh, mi dulce Jesús!, por las lágrimas que bañaron tu Rostro divino:
R.:
–triunfe tu Eucarístico reino en la santidad de tus sacerdotes.
Gloria...
«Oigo
en mi corazón:
“Buscad
mi Rostro”.
Tu
Rostro buscaré, Señor,
no
me ocultes tu rostro». (Sal. 26)
V.:
–¡Oh, mi dulce Jesús!, por el sudor de sangre que bañó tu Rostro Divino en la
agonía del Getsemaní:
R.:
–ilumina y fortifica las almas a Ti consagradas.
Gloria…
«Oigo
en mi corazón:
“Buscad
mi Rostro”.
Tu
Rostro buscaré, Señor,
no
me ocultes tu rostro». (Sal. 26)
V.:
–¡Oh, mi dulce Jesús!, por la mansedumbre, nobleza, belleza de tu Divino
Rostro:
R.:
–atrae todos los corazones a tu amor.
Gloria...
«Oigo
en mi corazón:
“Buscad
mi Rostro”.
Tu
Rostro buscaré, Señor,
no
me ocultes tu rostro». (Sal. 26)
V.:
–¡Oh, mi dulce Jesús!, por la luz divina que emana de tu Divino Rostro:
R.:
–disipa las tinieblas de la ignorancia y del error y sé luz de santidad para tus
sacerdotes.
Gloria...
«Oigo
en mi corazón:
“Buscad
mi Rostro”.
Tu
Rostro buscaré, Señor,
no
me ocultes tu rostro». (Sal. 26)
«No
rechaces con cólera a tu siervo,
que
Tú eres mi auxilio,
no
me abandones, no me dejes,
Dios
de mi salvación». (Sal. 26)
INVOCACIÓN: ¡Oh, Divino Rostro de mi dulce
Jesús!, por la ternura de amor y el sensibilísimo dolor con que te contempló
María Ssma. en tu dolorosa Pasión, concede a nuestras almas poder participar de
tanto amor y de tanto dolor y así cumplir la Voluntad de Dios. Amén.
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